jueves, 23 de enero de 2014

MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO PARA LA JORNADA MUNDIAL DE LAS MIGRACIONES 2014


Nuestro corazón desea “algo más”, que no es simplemente un conocer más o tener más, sino que es sobre todo un ser más. No se puede reducir el desarrollo al mero crecimiento económico, obtenido con frecuencia sin tener en cuenta a las personas más débiles e indefensas. El mundo sólo puede mejorar si la atención primaria está dirigida a la persona, si la promoción de la persona es integral, en todas sus dimensiones, incluida la espiritual; si no se abandona a nadie, comprendidos los pobres, los enfermos, los presos, los necesitados, los forasteros (cf. Mt 25,31-46); si somos capaces de pasar de una cultura del rechazo a una cultura del encuentro y de la acogida. 








No perdáis la esperanza de que también para vosotros está reservado un futuro más seguro

viernes, 17 de enero de 2014

El Legado de D.Abundio

Jaraicejo y Abundio García Román
 Miguel Parmantie

El 14 de diciembre del 2006, se inauguró el Centenario del nacimiento en Jaraicejo (Cáceres) del Siervo de Dios, cuatro días después del cierre de la fase inaugural del proceso diocesano de su canonización.

El 16 del mismo mes, con la presencia de un gran número de paisanos, familiares, amigos, afiliados y militantes de las Hermandades de España y América, se celebró en el pueblo natal del Siervo de Dios una Eucaristía de homenaje y recuerdo de su Bautismo en la Iglesia el día 19 de diciembre 1906.
A continuación se realizó en Jaraicejo la celebración del Consejo Nacional de las Hermandades del Trabajo de España
Durante sus primeros seis años de vida Jaraicejo y su gente formaron a Don Abundio de manera imborrable.  El nos lo recuerda en este breve extracto de una alocución dirigida a sus paisanos en los años cincuenta, parte de la cual reproducimos en EL LEGADO en octubre del 2005. Al mismo tiempo este texto nos ofrece un testimonio poco común de su vida profunda de bautizado.

“Un saludo para vosotros que sois mis paisanos.  En él os mando toda la nobleza que cabe en un afecto sincero y toda la emoción que alberga un pecho agradecido.  Siempre, os recordé.  Vivisteis conmigo en grata compañía a pesar de largas distancias.  Y en mi corazón de sacerdote tuvisteis también un lugar escogido, pequeño altar donde a Dios rogaba por vosotros.”
“Otro saludo a ti, tierra mía, suelo que meciste mi cuna, aire, agua y sol que recreasteis mi infancia, hermosos horizontes que clavados en mi memoria, alegrasteis mi vida penosa a veces con el sabor de la dicha propia y casera.  Yo os saludo.”
“Y a ti, Iglesia bendita, joya inestimable de arte sagrado, página gloriosa de un pueblo grande en la fe, diadema esplendorosa de mis antepasados; tú dices los que fueron y dirás los que de ti han de salir.  Eres grande y ciclópea, robusta y austera, valiente y atrevida en tu bóveda gigante que recoges con mano delicada el rumor incesante de oraciones. Aquí recé yo por vez primera lo que en la escuela me enseñaron.  Ese fue el sagrario ante el cual me arrodillaba, donde Dios habita Sacramentado. Ésa, la Virgen guardiana de mi niñez, madre cariñosa en mi vida toda, Patrona vuestra y mía...”
“Existe la Providencia de Dios y dentro del dogma católico como cuestión incontrovertible.  En esa Providencia se estrella el malvado y se consuela el creyente.  Dios lo ordena todo, nuestras alegrías y nuestras lágrimas porque Dios lo ha creado todo.”
“No paganicéis tristemente la vida, arrancando de vuestros sentimientos esa noble aspiración a lo infinito, que conforte en la aflicción y refrena y sostiene en el placer.”
“La Virgen, medianera universal de todas las gracias, canal por donde se derraman los beneficios de Dios, es otro factor imprescindible en nuestra vida.”

“Yo, por eso he vivido colgado de esos dos grandes destinos y movido al soplo suave de sus divinas inspiraciones. Dios y la Santísima Virgen lo han sido todo para mí, todo. Y soy feliz, mi alma se siente rebosada y mi corazón en apretado cúmulo de sentimientos placenteros.”
“Y no creáis que no haya sufrido. Es imbécil imaginar una vida sin sufrimientos.  Pero en mi dolor no desespero, en mi gozo no me embriago.  Este placer vengo a comunicaros para que aprendamos todos a conducirnos gozosamente en la vida, sendero áspero que es preciso allanar con una fe grande y una confianza en Dios, ilimitada”

Diciembre, 2006